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Su humanización de la poesía, la anécdota, incluso el poema narrativo, pasan a primer plano y la experiencia es la base que sostiene la labor creadora. Existe una clara conciencia del libro como totalidad, como estructura e historia unitaria y aún argumental en todos los autores. Aparece el registro irónico (Martínez, Garcín Romeu, Rosa Fernández, Marzal) y la preocupación erótica amorosa (Zapater, Argaya, Ferris). Parece que casi todos interpretan la poesía como método de conocimiento y a la vez como intensidad añadida a la existencia, ejemplos claros serían Amparo Amorós (con una poesía lúcida pero también emotiva), Xúlio Ricardo Trigo o Prieto de Paula. Destacar, por último, la ausencia total de poesía culturalista, que no culta, y la aceptación de lo clásico, de la tradición, como fuente incesante de la modernidad.

COMO TODOS LOS TAURO

Si Galdós levantara la cabeza,
-tan perfecta, tan agraciada por la fortuna-,
se moriría por dibujarte:
se le daba muy bien.

Si Galdós
viera tu carita de manzana
                                            y sus rojas ciruelas
-que distan por igual de tu nariz,
de la boca, de las orejas, de tu mentón-,
se te comería con los ojos.

Se mataría por sacarte
un retrato chulo,
valioso,
capital.

Que no sé
si nos cobraría,
que tuvo que ser don Benito
como un chotis de agarrao.[/fusion_text][/fusion_builder_column][fusion_builder_column type=»1_6″ last=»yes» spacing=»yes» center_content=»no» hide_on_mobile=»no» background_color=»» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» background_position=»left top» border_position=»all» border_size=»0px» border_color=»» border_style=»» padding=»» margin_top=»» margin_bottom=»» animation_type=»» animation_direction=»» animation_speed=»0.1″ class=»» id=»»][/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]